La ociosidad es un arte y una habilidad. Vaciar el corazón de todo lo que no sean sus latidos, distinguir entre tiempo e instante. Quien es dueño de los instantes está más libre del miedo al tiempo /
El tiempo es un río tranquilo para quien no le presta atención, y una bestia salvaje para quien se fija en él: su guarida es el infierno /
El infierno es la seducción de las profundidades y la atracción de lo desconocido, si el cielo se transforma en un vasto agujero repleto de nubes /
Las nubes, amigo, te cubren y me cubren de algodones... en este lugar que cambia sus atributos por los dones de las nubes: la ligereza de la forma y la densidad del significado /
El significado, a lo lejos, también hace señas, con una mano celestial con los dedos amputados, con la fuerza de un arado en un campo baldío, sin felicidad /
La felicidad es una sustancia espiritual en cuya definición difieren quienes coinciden en que la suerte es un regalo, y un regalo una suerte, como discrepan en elogiarla quienes la poseen y la guardan en una caja cerrada. Qué es sino sobornar a lo imposible /
Lo imposible es lo posible afanoso, que sale a la calle con las tijeras abiertas para podar las ramas y las ideas secas y enseñarle al soñador a organizar el día según se presenta /
Y se presenta el aleteo de una mariposa, abanico de colores, el mejor tratamiento contra el dolor /
Mahmud Darwix: En presencia de la ausencia (Fi hadrat al-giyab, Beirut, Riad El-Rayyes, 2006)
Traducción de Luz Gómez García
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
hermoso!!!
gracias por compartirlo.
Hola Luz, como nos tienes acostumbrados, cada 6 días, los que somos "adictos" a tu blog, nos pasamos por aquí a ver que hay de bueno. Gracias y un saludo.
Publicar un comentario