Mahmud Darwix es amigo mío. Y esta noche en Jerusalén, en el primer piso de una casa de piedra, le doy vueltas a una de nuestras conversaciones.
-¿A qué nos dedicaremos cuando seamos viejos?
-Nos sentaremos junto a una higuera, en el patio de una casa, en Palestina.
-¿Te das cuenta de que la gente normal responde a este tipo de preguntas describiendo una actividad, y que tú has descrito un lugar? Yo te he preguntado qué haremos y tú has entendido dónde estaremos...
-Es cierto. Pero puedo añadir que nos pondremos por norma conversar sólo de banalidades. Hablaremos del tiempo y de las nubes que pasan.
-¿Y qué responderás a quienes te pregunten por el daño que te ha hecho el sionismo?
-Ha encerrado mi vida, la ha vuelto prisionera, la ha encadenado a una única cuestión, condenado a un único asunto: este conflicto.
Elias Sanbar, Le pays à venir, Paris, Éditions de l'Olivier, 1996
Traducción de Jorge Gimeno
-¿Te das cuenta de que la gente normal responde a este tipo de preguntas describiendo una actividad, y que tú has descrito un lugar? Yo te he preguntado qué haremos y tú has entendido dónde estaremos...
-Es cierto. Pero puedo añadir que nos pondremos por norma conversar sólo de banalidades. Hablaremos del tiempo y de las nubes que pasan.
-¿Y qué responderás a quienes te pregunten por el daño que te ha hecho el sionismo?
-Ha encerrado mi vida, la ha vuelto prisionera, la ha encadenado a una única cuestión, condenado a un único asunto: este conflicto.
Elias Sanbar, Le pays à venir, Paris, Éditions de l'Olivier, 1996
Traducción de Jorge Gimeno
1 comentario:
¡Qué hermoso texto qué reflexión tan importante! Gracias Luz.
Publicar un comentario