30/3/09
Sobre esta tierra
SOBRE ESTA TIERRA
Sobre esta tierra hay por qué vivir: los titubeos de abril, el olor del pan al amanecer, el amuleto que una mujer le da a un hombre, las obras de Esquilo, los comienzos del amor, la hierba sobre una piedra, madres en vilo por el hilo de una flauta, y el miedo de los invasores a los recuerdos.
Sobre esta tierra hay por qué vivir: los últimos días de septiembre, una mujer que sale de los cuarenta como melocotón maduro, la hora del sol en la cárcel, nubes que semejan un tropel de criaturas, los vítores de un pueblo a quienes encaran risueños la muerte, y el miedo de los tiranos a las canciones.
Sobre esta tierra hay por qué vivir: sobre esta tierra señora de la tierra, madre de los inicios y madre de los finales. Se llamaba Palestina. Se sigue llamando Palestina. Mi señora: yo tengo, porque tú eres mi señora, tengo por qué vivir.
Traducción de Luz Gómez García
21/3/09
Rita y el fusil, por Khalife/Darwix
“Rita y el fusil” (ريتا والبندقية) es un célebre poema de Mahmud Darwix de 1967. Fue musicado en 1976 por el cantante libanés Marcel Khalife. A lo largo de toda su carrera, Darwix estuvo dotado de una enorme capacidad para crear poemas imperecederos, que se convertían en canción o himno colectivos o en piezas antológicas de lectura.
RITA Y EL FUSIL
Entre Rita y mis ojos... un fusil.
Quien a Rita conoce, se postra
y reza
al Dios de sus ojos de miel.
... Besé a Rita
cuando niña,
aún recuerdo cómo... se pegó
a mí: una trenza preciosa cubrió mi brazo.
Recuerdo a Rita
como el pájaro a la charca.
Rita, Rita...
Teníamos un millón de pájaros y de fotos,
y mil citas,
y contra todo abrió fuego... un fusil.
El nombre de Rita le sabía a fiesta a mi boca,
el cuerpo de Rita se desposaba en mi sangre.
En Rita me perdí... dos años,
durmió en mi regazo dos años,
nos prometimos ante el cáliz más bello,
ardimos en el vino de dos labios,
nacimos dos veces.
Rita, Rita...
Nada privaba a mis ojos
de los tuyos, si acaso nuestras cabezadas
o alguna nube de miel,
hasta que irrumpió... aquel fusil.
Érase que se era,
oh silencio del atardecer,
una mañana en que mi luna partió
con los ojos de miel.
La ciudad
barrió a los rapsodas, y a Rita.
Entre Rita y mis ojos... un fusil.
Traducción de Luz Gómez García
(Mahmud Darwix: Poesía escogida (1966-2005), Valencia, Pre-Textos, 2008)
15/3/09
Ser palestino
Traducción de Luz Gómez García
9/3/09
La crisis de la poesía
Traducción de Luz Gómez García